En esta primera se trata de dividir en cuatro el papel de acuarela y hacer en cada parte una aguada cada vez más oscura. Sin dejar secar del todo, se pinta una cruz con una aguada menos clara en el primer cuadro; se limpia de color una cruz en el segundo. En el tercero se hace una línea horizontal y se ponen unos puntos, al actuar el agua deberían semejar como árboles. Por último, en el cuarto cuadro se dejan caer del pincel gotas de color aguadas y se crean efectos sorprendentes.
Mañana la repetiré a ver que tal sale.
Ahora se dibuja una cuadrícula de 9 por 9 y se pintan líneas con todos los colores de mi paleta para tratar de averiguar cuales son transparentes y cuales opacos. Este es el resultado:
Ahora he dibujado mi bote de agua y una flor. Cada uno en 15 minutos para acostumbrarme a la rapidez. Primero hice uno más pequeño
Y después, el bote más grande:
Y ahora, para aprovechar la aguada negra, pinté un esbozo de la catedral de Burgos:
Y hasta aquí hoy, mañana más.
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